Los inquietantes niños de neón

Por: Ana Margarita Arada Clavería

Este es el libro de los exóticos, asesinos y hombres santos. Legales prisioneros y pandilleros triviales. Malgeniosos, filósofos y extremistas. Niños de Neón es todo eso y a la vez un libro coherente y bien pensado, que hace del caos su principal arma. Publicado por la Editorial Letras Cubanas en el año 2001, su autor, Michel Encinosa Fú, apuesta por la ciencia ficción, específicamente por el ciberpunk, para narrarnos escenarios distópicos que bien podrían ser realidades contemporáneas. Y es que, más que centrarse en la tecnología lo cuentos exploran la condición humana.

Historias que discurren sobre la injusticia social, la violencia, la muerte, el aislamiento. Personajes marginados e inadaptados que viven situaciones violentas y opresivas, controlados por transnacionales y cuya principal comunicación es tecnológica, sin ser este su principal conflicto. A penas es el espacio de relaciones sociales permeadas por la envidia, los celos, la soledad o el amor. Conflictos universales capaces de florecer en cualquier contexto social.






 


Ofidia es el espacio que habitan cada uno de los protagonistas de estos cuentos. Una sociedad caótica, con divisiones sociales bien marcadas y que condicionan los conflictos de los personajes. Una sociedad que anula la individualidad para convertir a los hombres en entes colectivos arrastrados por las circunstancias y un mundo tecnológico capitalizado. De ahí la sentencia de uno de sus protagonistas: si no puedes consumir eres inútil a la sociedad. Pero, ¿qué consumir en Ofidia?, ¿créditos , drogas, alcohol, tiempo? Quizás tras todo esta anarquía solo encontremos personajes carentes capaces de matar o morir por un Puñado de lluvia. Y es que Ofidia es solo el escenario, el lugar escogido por el autor para poner al descubierto nuestras miserias, miedos y sueños, en él cada personaje sobrevive paradójicamente desde su capacidad individual de adaptarse a ese contexto.

Aunque en Niños de Neón encontramos personajes típicos del ciberpunk: los protagonistas marginados en constante supervivencia, el hacker o zonas comunes como la drogadicción y la deshumanización, la principal virtud del libro está en la forma de narrar, de presentarnos los conflictos y exponer a los personajes, con la belleza y crudeza de sus contradicciones.

Con un lenguaje directo a pesar de las complejidades propias del género, el autor logra conectar fácilmente con el lector y hacer entendible  situaciones confusas por lo enrevesado de los nombres de lugares, equipos, empresas, etc. Nueve cuentos escritos con un ritmo acelerado que a ratos puede resultar agresivo, tanto como las historias que nos narran. Diálogos intensos, escenas violentas y fugaces, se combinan para regalarnos una experiencia de lectura dinámica, que a pesar de la celeridad nos da tiempo al disfrute y entendimiento.

Es común que dentro de la ciencia y ficción se expongan realidades de un posible futuro, donde se proyecten  las frustraciones y consecuencias del presente. Pero a Michel no le interesa predecir el futuro, sino analizarlo, pensarlo y exponer un abanico de posibilidades tan crueles como reales. Y en esa actitud filosófica descubrimos un libro profundamente reflexivo, que a más de veinte años de su publicación sigue conmoviéndonos e invitándonos a repensar la sociedad y sobre todo nuestra humanidad.

Niños de Neón más allá de un género o un estilo, nos propone una manera diferente de interpretar(nos) como seres humanos. Ahí está su vigencia y grandeza, en esa lectura convulsa que parece gritarnos todo el tiempo que quizás el presente es ya una distopía.

 

AHS 1 de agosto de 2025
Identificarse dejar un comentario