El libro de la realidad

Por: Vasily MP


Los 22 cuentos cortos del libro El peligro de las circunstancias, de Yasel Toledo Garnache y publicado digitalmente por editora Abril en este 2025, es de los más fieles retratos de la Cuba de hoy a pesar de estar en la cuerda de la ficción narrativa muy bien escrita.

Narraciones breves que nos permiten ganar en lectura sin tener que destinar mucho tiempo en ello. Y nos permiten adentrarnos en las vivencias de personajes pintorescos como El flaco, Negra, Jorge, la loca, el rifle, pepino, potaje, y tantos otros. Vidas que se entrelazan en un ambiente opresivo, caótico, tan limitado como perverso, tan lascivo como impúdico.

Y el autor de estas narraciones, con una mirada fundamentada en el marxismo más contemporáneo, critica esa realidad después de exponerla como haría todo dialéctico; ese marxista que sabe del determinismo social, del sentido de la historicidad.

Y salta, entonces, a la vista una incógnita, ¿cuáles son los peligros de las circunstancias? La respuesta detrás de cada una de estas narraciones llega cual oleaje tempestuoso o feliz.

Estos peligros abarcan desde la escalada de violencia social hasta consecuencias psicológicas duraderas y acciones impulsivas con resultados trágicos.


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En el cuento "La pelea", una simple discusión entre dos hombres se intensifica peligrosamente debido a la intervención y el aliento agresivo de los espectadores, quienes transforman un desacuerdo en un espectáculo violento impulsado por las apuestas. Este relato evidencia el peligro de las circunstancias que exacerban la agresividad colectiva, donde la multitud se convierte en un agente de violencia, superando la posible resolución pacífica del conflicto inicial.

"Charada" muestra cómo la circunstancia del juego y la búsqueda de suerte pueden llevar a la ofensa y al engaño. La desesperación económica, como la de Pacho al apostar el dinero de la manutención de su hija influenciado por la supuesta seguridad de otro, ilustra el peligro de tomar decisiones arriesgadas bajo la presión de las necesidades y la persuasión ajena.

La historia "¿Cómo matar al dinosaurio?" revela el profundo peligro de las circunstancias traumáticas y la traición, que pueden generar un estado de angustia, pensamientos violentos y la pérdida de la propia identidad y futuro. La presencia de un revólver, un objeto asociado a circunstancias violentas del pasado familiar, intensifica el peligro de que estos pensamientos se conviertan en actos reales.

En "El barranco", las circunstancias de una relación familiar abusiva y la culpa conducen a un desenlace trágico, evidenciando el peligro de las dinámicas destructivas y el peso de los remordimientos.

Otro de los elementos que me llaman poderosamente la atención es la presencia de la numerología en este libro y como pareciera estar perfecta armonía con sus lecturas y polisemias. No quiere decir que Yasel se haya propuesto echar mano a las bondades de esta práctica para transmitirnos su mensaje, sino, todo lo contrario, alejado de todo misticismo, Yasel nos da la rica cultura de la realidad y sus significados más místicos también en completa dicotomía entre sí. Y pongo ejemplos en concreto.

El volumen en cuestión refleja la realidad más dura, negativista, empobrecida y brutal, ya se sabe, en contraste con el significado más precioso que nos da la numerología al número total de los cuentos que es 22, lo que resulta un número maestro, cargado de un misticismo y un poder constructor importante. Además de reflejar el equilibrio entre lo material y espiritual, así como la capacidad de liderazgo y sabiduría.

Los signados con este número han de tener cuidado entonces con los desafíos que trae; puede ser abrumador debido a la gran responsabilidad que conlleva.

Si no se maneja adecuadamente, puede llevar a la frustración o al estancamiento por miedo a no alcanzar su potencial.

Requiere equilibrio para no caer en el exceso de ambición o en la desconexión de la realidad. Por solo citar algunos.

En cuanto a la forma de este libro, el asunto de cómo se ha construido desde la sintaxis, la gramática, etc., se puede afirmar que emplea un lenguaje predominantemente coloquial y, en ocasiones, vulgar, porque refleja el habla popular de los personajes y las situaciones que se narran. Abunda el uso de expresiones informales, diminutivos y aumentativos, además de interjecciones y exclamaciones que dan vivacidad a los diálogos y a la voz narrativa.

Y como si no le bastara, Yasel hace gala de otras técnicas del género como narradores en primera persona que ofrecen una perspectiva íntima y subjetiva de los hechos y los pensamientos de los personajes y narradores en tercera persona que adoptan una visión más panorámica de la acción.

El diálogo como un elemento central y que contribuye a la caracterización de los personajes, al desarrollo de la trama y a la recreación de la oralidad.

El empleo de descripciones detalladas que apelan a los sentidos, creando imágenes vívidas de los escenarios, los personajes y las acciones.

En varias historias se accede a los pensamientos y reflexiones internas de los personajes (monólogo interior), revelando sus motivaciones, miedos y deseos más profundos. Por ejemplo, en "¿Cómo matar al dinosaurio?" se explora la angustia del protagonista a través de sus pensamientos sobre Jorge y el revólver.

Algunas narraciones incorporan anécdotas que ilustran la personalidad de los personajes o explican ciertas situaciones. La historia de "El Loco" en "Charada" es un ejemplo de cómo una anécdota construye un personaje y añade humor a la narración.

Se encuentran otros recursos como comparaciones y metáforas que enriquecen la expresión y crean imágenes más impactantes. La frase "la realidad me golpea como una pedrada en la cabeza" es una metáfora que transmite la dureza del despertar del protagonista.

Y otra de las riquezas que se evidencian en la forma de este libro es la variedad de los tonos de las narraciones que oscilan entre el humor y la ironía ("La pelea", "Charada"), la melancolía y la introspección ("¿Cómo matar al dinosaurio?", "El accidente", "Refresco que no se toma"), e incluso la tensión y la violencia ("La maestra", "La parada").

Finalmente, se enriquece con la exploración de las dinámicas sociales y culturales cubanas que Yasel, cual buen estudioso, hace. El juego de la charada en "Charada" muestra una actividad social arraigada, con sus propias reglas y supersticiones. "Juego de barrio" describe la importancia del béisbol como forma de entretenimiento y cohesión comunitaria, a pesar de las carencias materiales. "En el estadio" refleja la pasión por el béisbol y cómo los eventos deportivos pueden estar cargados de historia personal y colectiva, así como de posibles rencores y resentimientos.

La lucha, el amor, la pérdida, la obsesión y la violencia, todo ello, conforman el contexto histórico social en los que viven, en constante peligro, los personajes de este texto que bien vale la pena leer y compartir.

AHS 24 de julio de 2025
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